martes, 28 de enero de 2014

MIRAR A OTRO LADO. Por Juan D. Pardo Valera. Director de la revista Paraíso Natural




        Todos, alguna vez, hemos hecho uso de esta expresión para definir claramente la falta de compromiso, el evadir responsabilidades o simplemente el no meterse en problemas... Puede que esa actitud sea una salida de salud mental: ¡son tantos los problemas que nos acosan en nuestro mundo actual!, que de vez en cuando no queda más remedio que mirar a otro lado, acelerar el paso, olvidarnos de los compromisos...



LA IGLESIA DE LAS SALINAS. CABO DE GATA
Lo que no es de recibo es que este comportamiento sea el proceder, la panacea de los responsables políticos y administrativos... El primer mandamiento del mandatario apoltronado: sí no lo vemos, o hacemos como que no lo vemos, el problema deja de serlo. Claro que con ese proceder ya casi no nos vemos ni el ombligo (por lo de los michelines)y solo nos contenta el halago fácil, la medallita y, cómo no, el salir en la foto. Los problemas, las equivocaciones, las responsabilidades son siempre de los otros, ¡ cómo no!

Y, ahora, la excusa es más fácil: como las crisis son globales que busquen la solución los líderes globales. Llámense G8, G20, San Obama o Santa Rita. A nosotros que nos registren. ¿Qué podemos hacer nosotros desde nuestra Alcaldía, Delegación, Consejería, Ministerio…?. Por unos cuantos millones más del coche oficial, de gastos de representación, de campañas publicitarias de auto bombo, de ineficacia, de ineptitud, de incompetencia… ¿Con eso qué vamos a resolver?

Cuando la dichosa crisis se ha llevado por delante los esfuerzos y ahorros, tantos años, de miles de familias de emigrantes a los que convencimos que tenían que integrarse en la vida española y, para ello, nada mejor que comprarse una vivienda; vivienda que al final han tenido que entregar al banco junto con años de hipotecas abonadas a golpe de jornal. Sí que le ayudamos a que vuelvan a sus países de origen, pero aquí dejan gran parte se su vida en forma de llaves de esa propiedad que los iba a convertir en ciudadanos de primera.


NIÑO INMIGRANTE
Cuando los controles para entrar en Europa o EEUU. se vuelven cada vez más efectivos, rígidos e inhumanos nos sorprende que esos desesperados seres humanos se empecinen en jugarse la vida en el Estrecho o saltando una valla de espino en cualquier frontera del paraíso publicitado. Para que luego “el responsable” de turno nos muestre en televisión una flamante estadística de cómo ha logrado su departamento disminuir la entrada de emigrantes. Y del hambre,  la enfermedad,  las violaciones, los abusos, las muertes incesantes de niños…¿Dónde están los preclaros hombres y mujeres de las élites del mundo civilizado mostrando ufanos las estadísticas de su aportación a solucionar los problemas de la humanidad?. Ahora parece ser que con mucho menos de la décima parte de lo que se ha dedicado a sacar a los bancos del atolladero, donde ellos mismos por su avaricia se han metido, se podría acabar con el hambre en el mundo, con las enfermedades endémicas, con la falta de agua potable, con el sida infantil…



RUINAS,. CABO DE GATA
Y nuestros responsables políticos son sólo un reflejo de nuestra sociedad, de nosotros mismos, Una reciente estudio (otra vez la dichosa estadística) mostraba que los españoles nos sentimos más ciudadanos del mundo que europeos. Pero no será para el tema que nos ocupa, porque parece que no nos duele lo mismo el llanto de hambre de un niño africano, sudamericano… que europeo. Si somos capaces de movilizarnos de forma ejemplar por la enfermedad de un niño almeriense, como vamos a quedar impasibles ante esos cientos, miles de madres que abrazan entre sus escuálidos brazos a sus hijos moribundos… No cambiemos de canal, no miremos para otro lado, una pequeña ayuda es mucho ( el 0,7% del presupuesto, de nuestro presupuesto). Exijamos el cumplimiento de los Objetivos del Milenio… impliquémonos, busquemos soluciones solidarias. Demos ejemplo a nuestros políticos y mandatarios... Si, Nosotros podemos; Otro mundo es posible.

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